Qué ver en Bruselas
¿Qué ver en Bruselas? Bruselas es la capital de Europa. Es una ciudad rica en historia, en arte, con una bonita arquitectura, llena de terrazas donde disfrutar de una cerveza o bonitos restaurantes para probar la gastronomía típica.
Bruselas es una ciudad que se disfruta caminando. Tiene un ambiente muy chulo, con todas las terrazas llenas, algo que le da mucha vida. Quizás fue que estuvimos en junio, quizás que nos hizo solazo todos los días. La cosa es que a nosotros Bruselas nos fascinó.
Estuvimos 4 días completos en Bélgica, haciendo base en Bruselas. El primer día lo dedicamos completo a Bruselas; el resto de días, dábamos una vuelta para ir completando lugares cuando volvíamos de las excursiones.
Apenas usamos el transporte público, pero tanto el metro como el tranvía funcionan bien, son rápidos y pasan con frecuencia. Os recomendamos la app de STIB-MIVB para poder moveros por Bruselas con facilidad, a nosotros nos resultó de mucha ayuda.
No visitamos el interior de ninguno de sus monumentos, en esta ocasión disfrutamos paseando por la ciudad, de sus bares y su gastronomía. Hicimos excursiones en tren para conocer las ciudades de Brujas, Gante, Amberes y Malinas.
Qué ver en Bruselas
Grand Place
Tu visita tiene que comenzar desde la Grand Place, el corazón histórico de la ciudad y la principal atracción que ver en Bruselas. La plaza cuenta con el conjunto arquitectónico más bonito de toda Bélgica. Te aseguramos que te dejará sin palabras.
Fue construida en el siglo XV, destruida en el XVII y vuelta a construir en los siglos XIX y XX. Desde 1998, es Patrimonio Mundial de la Unesco.
En la Grand Place nos encontramos con edificios tan significativos como el ayuntamiento (Hôtel de Ville) con su torre de 96 metros de altura y que está ligeramente torcida; la Maison du Roi, que acoge el museo de la villa de Bruselas y que utilizaron los monarcas españoles; Le Pigeon, donde vivió Víctor Hugo; y, por supuesto, sus preciosas casas gremiales.
Para nosotros un planazo es comprarte un cartucho de patatas fritas y sentarte en un bordillo de la plaza a disfrutar de semejante joya. Te aseguramos que se convertirá en uno de los momentazos del viaje.
Si te interesa visitar el ayuntamiento, se realizan visitas guiadas. Puedes comprar las entradas en la oficina de turismo que hay en la Grand Place.
Manneken Pis
Esta diminuta figura es todo un imprescindible que ver en Bruselas. Se trata de un niño haciendo pis en una pila y son muchas las leyendas que circulan sobre ella. Una de ellas es que apagó la mecha prendida de una bomba haciendo pis sobre ella.
Como curiosidad, el niño acumula más de 900 trajes que le han ido regalando desde 1698. Un centenar de ellos se exponen en la Maison du Roi, en la Grand Place. Nosotros durante nuestra visita, nos pasamos a verlo un par de días y ambos estaba desnudo. Esos días no le tocaba estar vestido, nos quedamos con las ganas de verlo con un trajecillo.
La Bolsa
El edificio alberga las oficinas de Euronext, propietarios de la bolsa de valores de Bélgica, por lo que está cerrado al público.
Merece la pena pararse a echarle un vistazo (vas a pasar por delante seguro) y confirmar por qué está considerado uno de los edificios más impresionantes de Bruselas. Fue construido entre los años 1867 y 1873 por el arquitecto Léon Suys.
Fue el primer edificio que nos encontramos en obras durante nuestra visita a Bruselas, pero no el último y os lo iremos enseñando a lo largo del artículo.
Iglesia San Nicolás
La iglesia de San Nicolás fue restaurada en 1956. Anteriormente, la iglesia que aquí se encontraba sufrió graves daños por un bombardeo francés ocurrido en 1695.
San Nicolás es el patrón de los mercaderes y en el interior, hay un coro con sillería donde hay ilustraciones que cuentan la vida del santo. También hay obras de Bernaert van Orley y Rubens.
Galeries St-Hubert
Estas galerías fueron inauguradas en 1847 por Leopoldo I, primer rey de Bélgica. Fueron las primeras galerías de este tipo en toda Europa. Durante el siglo XIX, era un punto de reunión para la gente adinerada.
A día de hoy, en ella nos encontramos con tiendas de lujo y bonitas cafeterías. Merece la pena pasear por ella y ver su preciosa bóveda de cristal y sus bonitos escaparates.
Rue des Bouchers
Esta calle acogía los comercios de los carniceros y de ahí su nombre. Conserva todo su encanto medieval y se encuentra llena de restaurantes, por eso se la conoce como el 'estómago de Bruselas'.
Desde 1960, el ayuntamiento prohibió que se tocaran las fachadas, para así mantener su esencia y sus adornos del siglo XVII.
Al final de la calle, en el callejón donde está el famoso Delirium, se encuentra la Jeanneke Pis, la versión femenina del Manneken y que se realizó en 1987.
Place de Brouckère
En esta plaza se encuentran algunos edificios históricos de Bruselas que quizás te interese observar. El diseño de los edificios se eligió mediante concurso en 1872. Algunas de las fachadas originales que se conservan son las del Hotel Continental, de 1874; la del hotel Métropole, cuyo interior es completamente dorado; o la del café Métropole de 1890, abierto al público, y con una decoración muy lujosa.
Más tarde, se levantaron otros edificios de otros estilos, que le dan una variedad arquitectónica muy interesante a la plaza. Aunque lo cierto, es que a nosotros no nos terminó de convencer, porque algunos de ellos están muy descuidados y feos.
Centro belga de la Bande Dessinée
Bruselas es la ciudad natal de personajes como los Pitufos, Tintín, Spirou, Parsupilami o Lucky Luke. En este museo del cómic encontraremos a todos estos héroes de papel. El museo está instalado en un edificio de estilo Art Nouveau diseñado por Víctor Horta. Traza la historia del cómic desde sus primeros trazos hasta tendencias más actuales. En él se pueden ver colecciones permanentes, temporales, una biblioteca o un centro de documentación. Más de 5.000 dibujos originales, objetos y representaciones.
Si quieres visitar un museo en la ciudad, el museo del cómic es uno de los más representativos que ver en Bruselas.
Catedral de San Miguel y Santa Gúdula
Esta catedral de estilo gótico brabantino se empezó a levantar en 1226 con Enrique I, duque de Bravante, y la construcción se alargó unos 300 años, finalizando con la construcción de las dos torres frontales, ya bajo el mandato de Carlos V.
En el interior destaca la vidriera de la fachada que representa el juicio final, el púlpito barroco con la expulsión de Adán y Eva del Paraíso, y el órgano.
La entrada a la catedral es gratuita.
Place du Grand Sablon
Esta plaza es como el escalón intermedio que separa la zona baja de la zona alta de Bruselas. En ella podemos ver una fuente, realizada por Jacques Berge en 1751, y que fue un regalo a la ciudad de Lord Bruce por la hospitalidad que recibió en Bruselas; y la iglesia Notre-Dame du Sablon, de estilo gótico de Bravante y en cuyo interior destacan sus vidrieras.
Place du Petit Sablon
Esta preciosa plaza es un lugar ideal para descansar un rato en uno de sus bancos y contemplar todo lo que ofrece. En el centro hay una fuente con una estatua de los condes Egmont y Horn, causantes del levantamiento de los Países Bajos contra la corona española y que, más tarde, fueron decapitados en la Grand Place en 1568.
La valla que limita la plaza está decorada con unas estatuas que representan los gremios medievales. Una auténtica preciosidad.
Palacio de Justicia
De todo lo que nos encontramos en obras, encontrarnos totalmente lleno de andamios el palacio de Justicia, fue lo que más pena nos dio. Este inmenso edificio se puede apreciar casi desde cualquier punto de la ciudad y es que ocupa una extensión enorme. Se construyó entre 1866 y 1883, con inspiración de un templo clásico. Es la sede de los tribunales de justicia.
Mont des Arts
En esta bonita zona se concentran los museos más importantes que ver en Bruselas. Los Reales Museos de Bellas Artes se componen de varias entidades, siendo los más importantes el museo Oldmasters (de arte antiguo), con la mejor colección de arte flamenco del mundo; el museo Magritte, con una espectacular colección del artista belga; y el museo Fin-de-Siècle, enfocado al arte de finales del siglo XIX y principios del XX.
Completan la oferta en la zona el BELvue museum, que cuenta la historia de Bélgica y su monarquía; el museo de Instrumentos de música, una joya arquitectónica del Art Nouveau; y el BOZAR.
Place Royale
La inmensidad de esta plaza nos sorprendió. En el centro se encuentra una estatua de Godofredo de Bouillon, un soldado de Brabante que luchó en las primeras cruzadas católicas.
La espectacular iglesia de St-Jacques-sur-Coudenberg con su fachada dieciochesca es una de las más bonitas de la ciudad, reproduciendo un templo clásico.
Palacio Real
Se trata del lugar de trabajo oficial del monarca belga y su familia. Cuando el rey se encuentra en el país, se ondea una bandera en el palacio.
El palacio puede visitarse durante unas semanas en verano, coincidiendo con las vacaciones del rey. Nos hubiera encantado visitar su interior y contemplar las elegantes estancias, pero durante nuestra estancia en Bruselas, el palacio no se podía visitar. Además, como se puede ver, también nos pilló en obras gran parte de la fachada.
Frente al palacio, el inmenso parque de Bruselas que cuenta con paseos, fuentes y esculturas. Es un lujo pasear por él, tomar algo o hacer un picnic como hacen muchísimas personas. Disfrutadlo, porque lo merece.
Recorrido por los murales del cómic
Más de 60 murales podemos ver en las paredes de Bruselas. Existe un mapa que te hace un recorrido por todos ellos y que se puede descargar en la web turística de la ciudad.
Nosotros no lo hicimos, simplemente nos dejamos sorprender por los que nos fuimos encontrando por las calles. Ve atento para que no se te escape ninguno.
Parc du Cinquantenaire
Esta inmensa zona verde se encuentra en el barrio europeo de la ciudad. Además del jardín, hay un palacio que alberga varios museos y el pabellón de las pasiones humanas, diseñado por Víctor Horta. Se construyeron para conmemorar los 50 años de independencia belga.
En el centro del parque se encuentra un gran arco inspirado en el arco del triunfo de París. En lo alto del arco, podemos ver una estatua llamada Bravante levantando la bandera nacional.
Aunque se encuentra algo alejado, merece muchísimo la pena acercarse hasta él. El parque tiene muy buen ambiente y está lleno de gente pasando el rato. Se puede acceder fácilmente en metro o, si lo prefieres, puedes ir caminando. Desde la estación central es un paseo de una media hora.
Atomium
Construido para la Exposición universal de Bruselas de 1958, este gigante de metal representa un cristal de hierro ampliado 165 billones de veces. Es el monumento más representativo de la ciudad, por lo que lo consideramos un imprescindible qué ver en Bruselas.
Pilla alejado, pero el metro de Bruselas está genial y podrás llegar en un momento. La parada para llegar al Atomium es Heysel.
Puedes visitar su interior. Hay seis esferas abiertas al público, que se comunican con enormes escaleras mecánicas. En la cumbre puedes comer con unas vistas espectaculares.
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Cómo ir del aeropuerto al centro de Bruselas
Nosotros volamos con Ryanair desde Sevilla hasta el aeropuerto de Charleroi. Una vez en el aeropuerto de Charleroi cogimos un shuttle bus hasta Bruselas. Si viajas como nosotros a este aeropuerto, es la mejor opción.
La duración del recorrido es de unos 45 minutos, te deja en la Gare du Midi y, una vez allí, ya podrás coger metro o tranvía hasta tu alojamiento. El precio del billete ida y vuelta es de unos 33 euros por persona. Son de la compañía Flibco. Para localizarlos en el aeropuerto, no tiene pérdida ninguna. No es un aeropuerto muy grande y está todo muy bien señalizado.
Dónde comer (y beber) en Bruselas
Entre las especialidades de la zona se encuentran las patatas fritas, los mejillones (con patatas), la carbonnade, las endivias o los waterzooi (es un guiso) de pollo o pescado. Por supuesto, cualquier plato siempre acompañado de una cerveza, la bebida belga por excelencia. En el tema dulce, verás gofres por cualquier sitio de la ciudad y el riquísimo chocolate belga.
Entre las numerosas opciones que llevábamos apuntadas, finalmente solo nos dio tiempo de probar las siguientes:
Chez Leon. Creo que es uno de los restaurantes más típicos y turísticos de la ciudad, siempre está lleno. Nosotros reservamos por su web donde, además, al reservar giras una ruleta con premio seguro. Fue una experiencia chula, el sitio está muy bonito y el camarero que nos atendió muy amable y simpático. Los mejillones de otro nivel, buenísimos.
Fritland. Nada más llegar a Bruselas nos compramos unas patatas aquí y nos fuimos a sentarnos a la Grand Place. Increíble, uno de los momentazos del viaje y que siempre recordaremos. La salsa andalouse es la que tiene más fama y está muy rica. Los camareros muy simpáticos y alegres.
Otros lugares de patatas que llevábamos apuntados eran Frites Atelier y Friterie Tabora. Algo más alejado, pero que me recomendó alguien local, Frit Flagey.
Bia Mara. Para cambiar nos fuimos a este sitio que su especialidad es fish & chips, aunque también tienen un pollo muy rico. Nos atendieron muy rápido y bien, además, las cantidades son grandes y nos sobró muchísimo que nos pusieron para llevar.
Aunque no llegamos a probarlos, si quieres cambiar, tienen mucha fama en la ciudad los bocadillos de Tonton Garby. Tienes que tener en cuenta que solo abren de lunes a viernes y hasta las 5 de la tarde.
Waffle Factory. Cualquier gofre que comas por la ciudad estará riquísimo, pero nosotros estuvimos un rato sentados aquí y estuvimos muy bien. El gofre con chocolate blanco espectacular.
Delirium. Es el sitio más famoso de toda Bruselas para tomar una cerveza. Tienen infinidad de opciones, así que no te preocupes si te pasa como a mí y no te gusta la cerveza, porque te aseguramos que alguna encuentras. Suele estar bastante lleno, pero hay mucho movimiento, así que no te preocupes y hazte un hueco para disfrutar del ambiente.
Dónde dormir en Bruselas
En esta ocasión nos alojamos en un apartamento que encontramos gracias a la plataforma HomeExchange. Pasamos 4 noches en un apartamento con todo lo necesario, a unos 10 minutos andando de la Grand Place. Muy bien situado, en un barrio muy chulo y con el metro o el tranvía a pocos metros. Fue todo un acierto. Si aún no te has animado a usar esta opción de alojamiento y te gustaría saber más, nos puedes preguntar por privado sin problema.
Nos decidimos a usar esta opción, porque los hoteles en Bruselas en la época que fuimos tenían un precio muy elevado. Si no te animas a echarle un vistazo a HomeExchange, siempre está la opción de buscar tu alojamiento en Booking.
A mí sin embargo me resultó pequeño, me lo esperaba más gran ciudad, es verdad que la única vez que he ido ha sido por trabajo.
ResponderEliminarSaludos blogueros
LoBo BoBo
¡Hola! Me encantaron las fotos, se nota que es un lugar maravilloso. Hace unos meses, mi esposo y yo pasamos por Bruselas en tren, camino a Ámsterdam, pero por falta de tiempo, no pudimos pasar unos días ahí, por lo que aún tengo pendiente visitar esta ciudad. Linda entrada. ¡Un abrazo!
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