Ruta por los 5 pueblos mágicos de Huelva

10.3.23

En este artículo te proponemos una ruta para conocer los cinco pueblos mágicos de Huelva. Se trata de una ruta donde podrás disfrutar de un entorno único como la sierra de Aracena y Picos de Aroche, senderismo, monumentos, sus costumbres y su gastronomía.

Los cinco pueblos mágicos de Huelva son: Puerto Moral, Higuera de la Sierra, Cumbres Mayores, Cortegana y Paymogo. Son pueblos pequeños, pero con muchísimo encanto, siendo una ruta perfecta para hacer en un fin de semana. Eso sí, si nunca has estado por la zona, te aseguramos que te quedarás con ganas de conocer mucho más. Huelva es mágica.

[Actualización 2024: Desde este año Paymogo ha dejado de ser pueblo mágico de España y se ha incorporado a la lista Palos de la Frontera, quedando entonces como pueblos mágicos de Huelva: Puerto Moral, Higuera de la Sierra, Cumbres Mayores, Cortegana y Palos de la Frontera. Igualmente vamos a dejar en el artículo el pueblo de Paymogo, porque así hicimos la ruta nosotros. De Palos tenemos un artículo muy completo, que podéis leer si os interesa.]

Ruta por los pueblos mágicos de Huelva

Puerto Moral

Es el pueblo más pequeño de los 5, con apenas 300 habitantes, pero su visita merece mucho la pena. El pueblo está lleno de rincones con encanto.

Durante el paseo por Puerto Moral, puedes buscar las diferentes esculturas de animales que se encuentran repartidas por el pueblo. Es una opción muy entretenida si vais con niños. Hay un total de 21 esculturas. Podéis pedir un mapa, para ver el lugar donde se encuentra cada una de ellas.

Destaca la iglesia parroquial de San Pedro y San Pablo, declarada Bien de Interés Cultural en 2007. Se construyó entre finales del siglo XV y principios del XVI y tenía solo la nave central. Sobre 1575, la iglesia sufre una profunda reforma por Hernán Ruiz II, que le da la forma y construcción que tiene hasta hoy día. En cuanto a elementos decorativos, llama la atención el techo del presbiterio. Como joya indiscutible, en el interior de la iglesia se puede ver un nacimiento, obra del escultor del retablo mayor de la catedral de Sevilla, que data del siglo XVI.

Otro elemento curioso en Puerto Moral son sus molinos harineros: Tolete y Regina. Ambos molinos están restaurados y pueden visitarse. En el mismo paraje, se encuentra el jardín botánico Los Nogales, donde han plantado hierbas aromáticas y otras especies.

La fuente abrevadero que hay en la entrada del pueblo no se sabe de que fecha es, pero se reformó en 1934, como pone en su placa frontal.

Desde el pueblo salen varias rutas de senderismo que pueden hacerse a pie o en bici. Las vistas al embalse de Aracena desde el mirador del embalse, son espectaculares.

Si decides comenzar la ruta por los pueblos mágicos de Huelva por Puerto Moral, tal como hicimos nosotros, tienes que alojarte en una maravilla de sitio, Casa Millán. Decorado con muy buen gusto, tranquilo y muy limpio.

Para comer, no te pierdas la parrillada del bar Marry. Otro pequeño bar para tomar algo o desayunar que encontrarás en el pueblo es El kiosko de la plaza San Pedro, con una terracita donde se está genial.

Si durante tu visita, quieres visitar el interior de todos estos lugares, te recomendamos que avises al ayuntamiento y concretes tu visita, así podrás disfrutar de todos los encantos del pueblo. Lo mejor es enviar un mail a turismopuertomoral@gmail.com o preguntar por privado en su facebook o instagram.

Higuera de la Sierra

Este pueblo de casitas blancas y calles empedradas está declarado conjunto histórico-artístico. Paseando por las calles del pueblo, nos encontramos con una pequeña ermita, en la parte baja, y la iglesia de San Sebastián, en la parte alta. En el interior de la iglesia, destaca el retablo. Otro elemento curioso es el lavadero de Enmedio, con techo de madera y tejas rojizas.

Son dos las visitas imprescindibles que no te puedes perder en Higuera de la Sierra, la destilería Martes Santo y el museo de la Cabalgata.

La destilería Martes Santo se abrió en 1870. Como curiosidad, el anís Martes Santo ganó la medalla de oro en la exposición de 1929 de Sevilla. Es muy interesante conocer durante la visita, la historia de la fábrica y el uso de algunos de sus utensilios. Al terminar la visita, no dudes en probar alguno de sus productos y, por supuesto, llevarte una botella del que más te guste. La crema de orujo está espectacular.

En el museo de la cabalgata podemos conocer una de las cabalgatas más antiguas de España y la tercera más antigua de Andalucía, después de Granada y Sevilla. La cabalgata de Higuera de la Sierra salió por primera vez en 1918 y, en ella, se representan escenas bíblicas. Resulta increíblemente curioso como el pueblo se implica en participar año tras año y como permanecen entre dos horas y dos horas y media, representando su papel en la carroza, sin moverse. El museo es muy bonito y original.

No puedes irte de Higuera de la Sierra, sin conocer el paraje de las Tobas. Lo mejor es realizar el pequeño sendero que hay desde el aparcamiento, hasta el mirador donde se encuentra la gruta con la imagen de la virgen de Lourdes.

Antes de comenzar a visitar el pueblo, tienes que desayunar en La Colmena, riquísimos los molletes con jamón ibérico. Para comer, en Higuera se encuentra Jacarandá, un referente gastronómico de la zona. Si eres goloso, te recomendamos dejar un hueco para el postre, el coulant es uno de los mejores que hemos probado en nuestra vida.

Cumbres Mayores

En Cumbres Mayores nos encontramos un pueblo histórico, con casas señoriales con sus balcones y rejas. En él, destacan la iglesia de San Miguel Arcángel y las murallas del castillo fortaleza de Sancho IV.

La fortaleza es de 1293 y fue declarada monumento nacional en el año 1895. Recientemente, en el patio de armas, se han descubierto la existencia de varios menhires que formaban un gran monumento megalítico tipo crómlech. Aún están en investigaciones, pero resulta muy interesante descubrir la importancia que este lugar ha tenido desde hace siglos.

Otros puntos de interés en el pueblo son la portada del convento de las Clarisas o la fuente cruz del Altozano, decorada con las imágenes religiosas más destacables de Cumbres Mayores. A día de hoy, esta fuente la engalanan durante las cruces de Mayo los vecinos del pueblo.

En el pueblo hay diferentes fábricas donde hacen uno de los mejores jamones de la zona y es que, las dehesas centenarias que rodean a Cumbres, están declaradas Reserva de la Biosfera. En ellas, el cerdo ibérico de bellota se alimenta libremente. No puedes irte del pueblo, sin visitar alguna de ellas y conocer como es el proceso para obtener este producto. Por supuesto, la visita hay que terminarla con una degustación.

Para comer en Cumbres Mayores, no te puedes perder el restaurante Pata Chica, eso sí, ve con hambre porque las raciones son muy generosas. Para desayunar, el bar Burgos, rebanadas de pan de pueblo sentados en mesas camillas, más andaluz imposible.

A las afueras del pueblo, se encuentran las cabañas de Buffalos, un bonito alojamiento en plena naturaleza donde realizan actividades para toda la familia. Las cabañas son enormes y se está genial.

Cortegana

Son muchos los encantos que nos encontramos en Cortegana. Durante la visita, destacan dos monumentos, el castillo medieval y la iglesia del Divino Salvador.

El castillo guarda muchísimas curiosidades y, es que, en su interior podemos ver armaduras originales y otros elementos de la época. Se puede subir hasta la torre del Homenaje para ver las bonitas vistas del pueblo. En el castillo, hay un pequeño aljibe, muy bien conservado, al que se puede acceder a través de una estrecha escalera. Adosada al castillo, se encuentra la ermita de Nuestra Señora de la Piedad.

Existen dos casinos, de libre acceso, el Gran Casino y el Nuevo Casino. Merece la pena entrar y ver como conservan su aire señorial. Puedes tomar algo y, si vas en invierno, disfrutar de sus mesas camillas en las que podrás poner brasas de la chimenea, ya os decimos que se está en la gloria. Nos encantó ver que es un lugar de reunión, donde los abuelos van a jugar al dominó y pasar el rato con los amigos del pueblo.

Una de las cosas más curiosas que visitamos en Cortegana, fue una casa mudéjar del siglo XV. La casa se conserva perfectamente y se pueden ver varias pequeñas estancias, representadas con elementos de esa época. Una primera estancia para el fuego y los elementos de cocina, la segunda el dormitorio y, por último, una zona para los animales.

En el pueblo se pueden hacer diferentes rutas, como la de las fuentes, la de los mosaicos o la de los miradores. Todas ellas te hacen descubrir rincones con encanto del pueblo y los edificios más significativos. Como curiosidad, en una de las fuentes del pueblo nace el río Chanza. La fuente se construyó en 1883 y junto a ella, existen un abrevadero y unos lavaderos.

Era el único de los pueblos que ya conocíamos y tenemos un artículo muy completo en el blog, así que para saber más: Qué ver en Cortegana.

Paymogo

Este pueblo fronterizo con Portugal guarda varias curiosidades, empezando por una leyenda relacionada con su nombre. Se dice que por el siglo XIV, un hermano del conde de Niebla se quedó a vivir por la zona para elaborar sus ungüentos y bebidas mágicas. Este señor era un gran aficionado a las hierbas medicinales. Es por ello, que se dice que Paymogo, es el país del Mago.

En el pueblo podemos visitar la iglesia fortaleza del siglo XVII, con fuerte acento portugués. La fortaleza se construyó para defender la frontera en la guerra contra Portugal. En 1666, la fortaleza fue tomada por los portugueses y en solo dos años, terminaron de construirla. La iglesia de Santa María Magdalena se encuentra en el centro del recinto.

Otros edificios de interés en Paymogo son la ermita del Santo, con la imagen de San Sebastián, el patrón de Paymogo; o el pósito, hoy convertido en una bonita biblioteca.

Paymogo es un pueblo de calles empedradas y casas bajas. Paseando por sus calles descubrirás algunas fachadas barrocas, características de las casas de la zona y que pertenecían a gente con cierto poder económico.

Una de las cosas que más nos gustó conocer durante nuestra visita a Paymogo fue la ruta del contrabando. Debido a su cercanía con la frontera de Portugal, esta ruta junto a la ribera del río Chanza, recorre los caminos que los contrabandistas hacían para proveerse de productos que escaseaban en la zona, como el café o el azúcar.

La ruta comienza en el puente internacional y está considerada de dificultad media. En total son 22 kilómetros (ida y vuelta), pero está dividida en tres tramos, así que si no te apetecer recorrerla entera, puedes hacer solo una parte.

No puedes irte del pueblo, sin degustar los gurumelos en el hostal Paymogo, es una delicia de la zona. Tienen su propia feria gastronómica, dedicada a este producto.